Sin diapositivas...no somos nadie

    En clase se ha estropeado el cañón-proyector (la lámpara se sobrecalienta, él mismo lo sabe y lo anuncia antes de apagarse por completo) pero nadie hace nada, ni por cambiarlo, ni por arreglarlo...Lo peor de todo es que los profes ya no saben dar clase sin mirar a una pantalla con su guión en las diapositivas. La verdad es que no nos gusta nada esto de que el proyector se apague cada por tres porque el orden de la clase se pierde y los profesores hablan y hablan sin que los alumnos sepamos dónde nos encontramos. Y digo yo: ¿antes cómo se daban las clases en la universidad? porque no me lo quiero ni imaginar...

    En el instituto se hacían esquemas en la pizarra para organizar la teoría, se explicaba poco a poco, era todo más didáctico; pero en la universidad parece que los profesores no sepan explicar bien si no ven una diapositiva (algunos), es un poco...triste. Y una pena porque a mí siempre me han gustado más las clases en las que el profesor utiliza la pizarra (ordenadamente) y explica todo el contenido a un ritmo óptimo para que se puedan coger bien apuntes (algo difícil de que suceda), por ello ya nos decantamos por las diapositivas, de esa manera nos dedicamos a apuntar lo que no está en ellas para luego completar los apuntes que cuelgan en la red, y los profesores se pueden permitir el explicar super-rapidísimo y así no les falta tiempo para dar el temario...¡todo son ventajas! Hasta que la tecnología...FALLA, y entonces todo el sistema que teníamos montado se desmorona.

   Ay que ver...la tecnología revoluciona hasta los métodos de enseñanza...