¿A qué sabe la salsa de soja?

   Hace unos años se publicó un estudio serio sobre el quinto sabor: el UMAMI, un sabor que se percibe a partir de la presencia en los alimentos de un aminoácido: el glutamato monosódico y que aumenta de intensidad si, además, en el alimento ingerido se encuentra un nucleótido: el IMP (inosín-monofosfato). Parece ser que el receptor T1R1+3 situado en la lengua interviene en la percepción de este extraño sabor. Algunos alimentos en los que podemos disfrutar del sabor umami son: esparrágos, tomates, quesos o ciertas carnes. Así que la salsa de soja no es ni ácida, ni salada, ni dulce (todo mezclado): la salsa de soja tiene un rico sabor umami que podemos degustar en la mayoría de platos de la cocina oriental.